Es un modelo de gestión de los recursos inmobiliarios de las empresas. Tiene como objetivo la adecuación permanente de esto recursos a la organización y equipo humano de las compañías, al menor coste posible, mediante la integración de todas las responsabilidades de gestión sobre dichos recursos en la figura del Facility Manager.

La disminución de costes, dentro del entorno del FM, se impulsa a través de la inversión en la mejora de la gestión. Precisamente, dentro del sector empresarial, un volumen importante de costes está representado por el uso de espacios, mantenimiento de los activos, consumo de energías y desgaste de las infraestructuras. De esta manera, la optimización de todos estos elementos resulta clave en el ciclo de mejora del rendimiento económico. Los procesos de mantenimiento resultan cada vez más importantes para alargar los ciclos de vida de los activos y evitar fallos e incidencias que ocasionan un alto coste a las organizaciones, tanto por el tiempo de parada del activo, como así también por el coste de reparación, que siempre es más elevado que los costes de mantenimiento.

Por otra parte, la correcta gestión de los espacios de trabajo cobra cada vez más importancia. Un espacio bien aprovechado y distribuido, racionalmente, permite reducir los costes de ocupación, además de aumentar la satisfacción y productividades de los empleados que disponen de un lugar de trabajo agradable y adaptado a sus necesidades.

El objetivo final es disponer de un escáner real de las infraestructuras de la organización, para conocer, actuar y mejorar su estado.